Cosechando Soberanía Alimentaria con Agricultura Regenerativa.
La soberanía alimentaria va más allá de garantizar la simple disponibilidad de alimentos; es un pilar fundamental para tomar las riendas de nuestro propio destino y fomentar la paz y estabilidad en el mundo.
En su esencia, la soberanía alimentaria otorga a las comunidades el control absoluto de sus sistemas alimentarios, desde decidir qué se cultiva y cómo, hasta quién se beneficia y cómo se comparte la abundancia. Este enfoque no sólo defiende la autenticidad de nuestras raíces culinarias, sino que también salvaguarda la diversidad cultural que las impulsa así como la integridad del territorio que las alberga.
A través de generaciones, recetas, técnicas y tradiciones han viajado por el tejido de nuestras comunidades, conectando el alimento con la tierra y las almas que la cuidan. Dichos conocimientos permiten a las comunidades seguir cultivando alimentos que se adaptan perfectamente a su entorno y satisfacen sus necesidades nutricionales específicas. Cada cultura ha evolucionado con sus cultivos y viceversa en una simbiosis que se extiende al resto de la biodiversidad local.
La batalla por la soberanía alimentaria en la actualidad.
En un mundo donde tanto la crisis como los conflictos y la pandemia del COVID-19 han dejado a más de 259 millones de personas en una alarmante inseguridad alimentaria, la protección y el fortalecimiento de nuestros sistemas alimentarios se han vuelto más urgentes que nunca; en este sentido, la capacidad de producir y reproducir alimentos proporciona libertad y autonomía, y se convierte en un escudo protector, al permitirles a estas millones de personas enfrentar desafíos y crisis con recursos locales.
Sin embargo, la batalla por la soberanía alimentaria en la actualidad enfrenta obstáculos. Muchas variedades locales adaptadas por siglos de evolución a una región fueron sustituidas por variedades comerciales, disminuyendo la diversidad nutricional y genética y rompiendo interacciones ecológicas con el resto de la región. En el camino, los suelos se degradaron y perdieron su capacidad de sostener dichas variedades locales. En este sentido la agricultura regenerativa puede reparar esos daños, y ser una herramienta para reconstruir la diversidad local y recuperar la soberanía alimentaria.
En Tierra de Monte, contribuimos fortaleciendo la riqueza microbiológica del suelo, un componente esencial que transforma moléculas y facilita el acceso de los nutrientes a nuestras plantas. A través de la plataforma BioAgTech, cultivamos colaboraciones efectivas con agricultores y acuicultores, ofreciendo soluciones que salvaguardan sus cultivos, su salud y su bienestar económico, así como los territorios en donde éstos se encuentran.
Buscamos forjar vínculos equitativos que nos permitan a ambos cuidar integralmente de la tierra y cosechar alimentos de calidad para abastecer a miles de familias.
Así, la soberanía alimentaria y la agricultura regenerativa se funden para moldear un mundo más pacífico, donde la autonomía y la resiliencia se alzan como pilares. Nos encaminamos hacia un futuro de bienestar, paz y sostenibilidad, mientras preservamos la identidad y el legado de nuestras comunidades.
¿Qué opinas sobre este tema? Déjanos tu opinión en los comentarios, te leemos.
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